Ricard Ribera Llorens
Al Consell de Redacció de la Realitat som conscients que des de l’esquerra europea no sempre tenim present l’existència i la realitat de les comunitats indígenes quan pensem en Amèrica Llatina, més enllà de casos com el de Chiapas o de líders com Evo Morales o Hugo Chávez. Per aquest motiu hem volgut parlar amb la Soledad Ortiz Vásquez, indígena mixteca d’Oaxaca, per conèixer la realitat dels pobles originaris.
En México existen distintas comunidades, ¿cuál es la tuya?
Soy indígena Ñuu Savi o Mixteca de Oaxaca, México, he sido luchadora social por más de 30 años y una de las fundadoras del Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer (CODEM), ya que las mujeres somos las que palpamos más directamente la desigualdad social en nuestros hogares y cargamos la responsabilidad del cuidado y educación de los hijos ante la emigración de los esposos, padres o hermanos que se van del país en busca de empleo.
Hemos sobrevivido gracias a las formas organizativas comunitarias que tenemos como pueblos originarios como el tequio y la gueza y las asambleas comunitarias en la toma de decisiones a través del Consenso, es los que nos ha permitido salir adelante como organizaciones y como pueblos, desde agricultura y trabajo comunitario entre familias o entre los vecinos de la comunidad.
¿Cómo organizáis vuestra lucha?
Nuestras movilizaciones como organización política – social también están acompañadas de tequio y gueza comunitaria, un ejemplo más generalizado fue la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en 2006. Gracias a la solidaridad del pueblo logramos sostener este movimiento magisterial-popular por más de 6 meses, por eso es conocido como la comuna de Oaxaca, comparada con la comuna de París, en el cual las mujeres del CODEM estuvimos activamente como integrantes del Consejo Consultivo de la APPO. Yo fui parte de la comisión de enlace y relaciones y el CODEM fuimos parte de la convocatoria de la marcha de 1º de agosto, donde participamos más de 20.000 mujeres, para fortalecer la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca que concluyó con la toma pacífica de radio y televisión, Corte TV canal 9, que estuvo al servicio del movimiento durante 21 días.
Otro acierto que construimos es la creación del Observatorio de Derechos Humanos de los pueblos de Oaxaca en 2016 en Oaxaca (ODHP) un organismo internacional que participan actualmente 16 países de América Latina, Europa, EEUU y Palestina, que está en proceso de crecimiento, el cual yo formo parte del Consejo Consultivo.
Uno de los grandes problemas de vuestras comunidades es la pérdida de tierras, que se conceden a empresas extractivas. Cuéntanos cómo afecta a los pueblos indígenas.
En México, en las últimas tres décadas, los gobiernos neoliberales terminaron de entregar nuestros recursos extractivistas principalmente la minería, energía eólica y la hidroeléctrica a las empresas trasnacionales: canadienses, estadounidenses y españolas, que solo buscan incrementar sus riquezas. Crean grupos paramilitares para despojar territorios, dividen a los pueblos, los engañan con dádivas, explotan a los trabajadores y sin ninguna protección para su salud, han destruido de forma desmedida el medio ambiente y devastado los cerros y bosques.
El medio ambiente se ve afectado por la minería a cielo abierto y por el alto consumo de agua que demanda la explotación de los minerales. Un ejemplo, la Mina de san Xavier, San Pedro, San Luis Potosí, y minerías que han operado en el Valle de Ocotlán Oaxaca, contaminan el agua, el aire y el suelo que han afectado por muchos años a todos los seres vivos. Y lo más grave es la destrucción de mantos acuíferos y que las tierras ya dejan de producir por estar dañadas gravemente por la contaminación.
¿Qué tipo de empresas se quedan con la tierra? ¿Cómo lo hacen?
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) declaró en los medios informativos en 2019, que en México existen concesiones mineras a empresas mineras y expresó que durante su gobierno ya no extenderá más concesiones mineras, ya existen “suficientes” mencionó y “en los últimos 25 años, los gobiernos neoliberales concesionaron 47.490 títulos para la actividad minera con una superficie equivalente al 54% del territorio nacional”. Sin consultar al pueblo mexicano y menos a los pueblos originarios, concesionaron territorios a empresas mineras y se tiene conocimiento que con la explotación de cielo abierto generan graves contaminaciones de ríos, han destruido los mantos acuíferos, así como una afectación excesiva de tierras agrícolas con el cianuro que aplican en el proceso de obtención de los minerales. Alteran el medio ambiente de forma irremediable, provocando el desequilibrio ecológico en la región y en el planeta, atentando contra la vida de todos los seres vivos.
En Oaxaca, existen datos documentados de ONGs como Educa que han documentado que las últimas dos décadas otorgaron 322 concesiones mineras a empresas extranjeras para extraer plata, oro, cobre y zinc, principalmente a empresas extranjeras canadienses y estadounidenses, que buscan obtener grandes beneficios sin importar la destrucción de los territorios de los pueblos originarios, propician ruptura social, traducido en violencia, generan divisiones y enfrentamientos entre los pobladores y sin consultar a los pueblos concesionaron territorios por más de 50 años mediante promesas que la explotación trae “desarrollo”, dejando desolación y muerte.
Al igual que Iberdrola, una empresa española, ha implementado el proyecto de energía eólica en el Istmo de Tehuantepec, justificando que no trae ningún daño así como prometieron garantizar energía eléctrica de forma gratuita a las familias de esa región, situación que no cumplen. Lo más grave es que los campesinos han perdido sus tierras de cultivo de maíz y se han dado cuenta que los aerogeneradores han propiciado el desequilibrio ecológico, muchos animales acuáticos y aves dejaron su hábitat. Hoy en día cada vez más se incrementan la instalación de aerogeneradores que desplaza a los campesinos de sus territorios, indispensables para el desarrollo de la vida comunitaria de los pueblos.
Los gobiernos neoliberales, no les interesa los daños que han ocasionado esos proyectos de muerte, por muchas décadas han ignorado las demandas de justicia y de derechos humanos de los pueblos indígenas. Una forma de tenernos divididos fue implementar conflictos agrarios, invadir límites territoriales entre los pueblos para que no hubiera unidad y hermandad, nos hacían pelear mientras en otras regiones se explotaban y saqueaban los recursos naturales, problemas agrarios que duraron entre 50 y 80 años, hasta que muchos pueblos comprendieron que la única forma para solucionar sus conflictos era el diálogo.
La lucha por la tierra y vuestros derechos os ha llevado a sufrir violencia y amenazas. Como comentabas, por desgracia, también existen grupos paramilitares. ¿Qué persiguen? ¿Están al servicio de las empresas extractivas?
Los pueblos originarios por más de 500 años hemos enfrentado muchas carencias ante la falta de salud, educación y empleo y una vida digna y aún tener que enfrentar las agresiones de grupos paramilitares como Antorcha Campesina que se crearon durante los gobiernos neoliberales y actúan con impunidad para sembrar el terror y el miedo es el caso de la comunidad de El Ojite Cuauhtémoc, Tlaxiaco, Oaxaca, México, una comunidad indígena mixteca que desde 2017 los agredieron brutalmente y despojaron de sus más de dos hectáreas de tierra el 22 de septiembre del 2018 sin que haya justicia. Cuando se denuncia los agravios de violación a los derechos humanos este grupo paramilitar amenaza, agrede como lo hicieron el 26 de mayo del 2019 hacia mujeres y hombres de la comunidad por exigir que le regresen sus tierras y hostigan permanentemente a las personas de la comunidad y defensores y defensoras de derechos humanos.
Es igual el caso de Bernardina Santiago López, amenazada de muerte desde 2017 y en agosto del 2018 la desplazan de su comunidad Nuevo Tenochtitlan, Putla, Oaxaca, por defender los derechos de las mujeres, adultos mayores y niños. Como defensores y defensoras de derechos humanos hemos sufrido amenazas de muerte y hostigamientos permanentes por denunciar los agravios, que tienen que ver con la implementación de los proyectos mineros en esas regiones ya que lo quieren es romper con la vida comunitaria y la toma de decisiones de forma colectiva y lo que se tiene conocimiento es que en esos territorios ya están concesionados proyectos de minería de carbón y de oro.
Si no me equivoco, tu, como otras compañeras, estás amenazada de muerte por el grupo paramilitar Antorcha Campesina. ¿Nos podrías contar tu caso?
En mi caso fui amenazada de muerte en febrero del 2017, cuando acudí a auxiliar al ministerio público a auxiliar a los padres y madres de familia de la comunidad indígena El Ojite Cuauhtémoc, Tlaxiaco que fueron agredidos por el grupo paramilitar de Antorcha Campesina. Y nuevamente el 3 de abril del mismo año, los paramilitares intentaron secuestrar la escuela de la comunidad, en lugar del diálogo con la comisión del gobierno del estado, seguridad pública y el instituto de educación, lo que hicieron fue amedrentar y amenazar con armas de fuego, palos y machetes, señalando y tomándonos fotos en la cara a mí y a mis compañeros. Ese mismo día de forma directa amenazan a Daniela González López, cuando hacemos denuncia de estos hechos amenazan de muerte a otros compañeras y compañeros Claudia Tapia Nolasco, Eduardo Cortés Vásquez y Patrocinio Martínez López. Actualmente Kristal Jimenez sufre hostigamientos permanentes de grupos de choque priistas, todas estas amenazas sufrimos por el acompañamiento y observancia de derechos humanos a la comunidad indígena Mixteca el ojite Cuauhtémoc, Tlaxiaco, Oaxaca.
Entiendo que el papel jugado por los distintos gobiernos ayuda a perpetuar esta situación. ¿Habéis encontrado una mejora con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
El triunfo del gobierno de López Obrador es resultado de un gran descontento social que hemos vivido los pueblos de México, de saqueo, de abandono, de exclusión y de olvido, este hartazgo se vio reflejada en las urnas el 1º de julio del 2018, un triunfo histórico del cual votaron más de 30 millones de personas, ha representado una esperanza para la mayoría de la población, con los programas de gobierno que se han creado como son programas asistenciales: becas, para adultos mayores, niños de educación preescolar y primaria, jóvenes desempleados, estudiantes y madres solteras. Ha sido de mucha ayuda ante la falta de empleo más en este periodo de Covid 19 y los recursos para obras en escuelas y municipios están llegando en forma directa, están generando mayor confianza al pueblo por tantas corrupciones y obras mal hechas y en otros lugares no habían tenido ningún apoyo, ahora están operando algunos avances de infraestructuras para escuelas y comunidades. Aunque sabemos que los cambios no se van hacer de la noche a la mañana, ya que los males de más de 80 años es difícil cambiarlo en 3 o 6 años, para lograr una transformación social, se requiere construir el poder popular con un proyecto integral del “Buen vivir “.
En los pueblos originarios el papel de la mujer es destacado, quizá aún más por la emigración de los hombres. Háblanos sobre este protagonismo de la mujer en las comunidades y si tenéis algún tipo de asociación o movimiento para luchar conjuntamente.
El papel de la mujer en la organización comunitaria tiene gran trascendencia en la formación de valores: responsabilidad, compromiso para conducirse siempre en la colectividad, el tequio, la gueza, la importancia de la asamblea comunitaria, donde se nos habla del cuidado de los territorios y recursos naturales, del valor incalculable de nuestro territorio y de nuestra madre tierra de lo sagrado y que no tiene precio, en el cual todos y todas estamos obligados a cuidar estos bienes comunes como el agua, los bosques y demás recursos naturales como bien colectivo, pero también comprendimos que si no estamos organizadas políticamente nadie va voltear a mirarnos.
En este sentido los pueblos nos fuimos organizando anteriormente como CODEP y actualmente Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer, CODEM, somos una organización de mujeres con una existencia de más de 25 años de lucha y hemos comprendido que si no generamos alternativas no vamos a sobrevivir y en este periodo del Covid 19 nos clarifica aún mayor el camino a seguir en la producción de alimentos. Por eso los pueblos indígenas reivindicamos nuestros territorios sagrados ya que de ahí depende toda la vida comunitaria y nuestra sobrevivencia.
Necesitamos construir el Poder Popular con una propuesta integral para construir o reconstruir el proyecto del “Buen vivir”, recuperando los conocimientos comunitarios de nuestros pueblos de Oaxaca, de México y retomar algunas experiencias de pueblos de Latinoamérica, del Caribe, para pensar y repensar la importancia de producir nuestros alimentos y el trabajo colectivo como el “tequio y la gueza”, traducido en solidaridad y el intercambio de conocimientos de medicina comunitaria. Necesitamos reconstruir proyectos agrícolas de producción de alimentos, generar economía solidaria y de ayuda mutua, que ya lo estamos trabajando con algunos grupos de compañeras en nuestras regiones como organización. Así como necesitamos una educación popular que recupere nuestras lenguas originarias, haga uso de la interculturalidad, recupere nuestras formas de organización comunitaria y como organizaciones políticas de lucha necesitamos seguir construyendo organización con otros pueblos de México y del mundo para construir la solidaridad internacional e intercambio de experiencias en medicina, en proyectos agrícolas, educación y cultura, por todos lados donde se cometa una injusticia pronunciarnos en contra de esas graves violaciones a los derechos humanos, como lo que están viviendo los pueblos de Colombia, Honduras, Brasil, Palestina, etc.
¿Cómo acceden los indígenas a servicios como la educación o la sanidad?
Los servicios de salud en México desde hace más de tres décadas han estado totalmente desmantelados, ya que una forma de justificar que lo público no funciona, los hospitales y clínicas sin medicina y sin personal médico y de salud. Los pueblos originarios y los trabajadores informales han sido los que menos han tenido acceso a los servicios de salud y por eso han dado una gran importancia a la medicina alternativa ante las enfermedades curables y hasta incurables y en este de la pandemia de Covid 19 una forma de protegerse de los contagios, ha sido el cierre de territorios al igual que el uso de las plantas medicinales y baños de vapor tradicional como el baño de temascal.
¿Cuál es el estado de las lenguas indígenas y la cultura de vuestras comunidades?
Es importante reconocer que los acuerdos de San Andrés Larrainzar, una iniciativa del EZLN que se respaldó con la sociedad civil organizada del pueblo mexicano y la sociedad internacional, en 1996 en México, sentaron las bases sobre el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, como el caso de nuestra cultura y las lenguas originarias en la constitución de nuestro país, actualmente existen 68 lenguas originarias y el español, existe una población de más 126 millones de habitantes, de los cuales 26 millones se auto escriben indígenas y únicamente 7 millones a nivel nacional hablan su lengua originaria, tener estos datos es darse cuenta de la pérdida de la gran diversidad lingüística,
Tan solo en Oaxaca existen 16 lenguas originarias pero hay lenguas como el Chocholteca o Quigua son pocas familias que la hablan, en particular la lengua ÑUU SAVI O MIXTECO, los niños han dejado de hablar su lengua originaria y solo hablan el español. Por lo que es una gran preocupación de los pueblos originarios preservar nuestra lengua originaria ya que dejar de hablar nuestra lengua es perder nuestra identidad histórica y cultural, porque hablar nuestra lengua indígena es tener una cosmovisión de interpretar y concebir la naturaleza y el universo, por eso es urgente que el gobierno federal implemente en los planes de estudio desde educación inicial y preescolar hasta la universidad la enseñanza de lenguas originarias desde el enfoque intercultural para su preservar nuestras lenguas originarias.