Suheir Hammad va néixer a Amman, Jordània, en 1973 en una família de refugiats palestins, des de la seva infància resideix a Nova York. Escriptora, actriu i activista política, és autora de llibres com Born Palestinian, Born Black (Harlem River Press, 1996); Zaatar Diva (Cypher Books, 2006) i Breaking Poems (Cypher Books, 2008). La seva poesia, sobre la qual treballa també en l’aspecte de la posada en escena i el recitat de viva veu, constitueix una exploració sobre la identitat, l’exili, la feminitat i la llengua, en la qual s’immisceixen fets de l’actualitat del nostre temps com el bloqueig de Gaza o els atemptats de l’11 de setembre.
Ruptura en racimo
Toda la Historia Sagrada, prohibida.
Libros no escritos predijeron el futuro,
proyectaron el pasado,
pero mi cabeza desenvuelve lo que parece no tener límite,
la violencia creativa del hombre.
¿Qué hijo, el de quién, será?
¿Qué hijo varón perecerá un nuevo día?
La muerte de nuestros niños nos impulsa.
Acariciamos cadáveres.
Lloramos mujeres, es complicado.
A las putas les pegan a diario.
Se obtienen beneficios,
se ignora a los profetas.
Guerra y diente esmaltaron, echaron sal, a infancias de limón.
Todos los colores corren, nadie es firme.
No busques sombra detrás de mí.
La llevo dentro.
Vivo ciclos de luz y oscuridad.
El ritmo es mitad silencio.
Lo veo ahora, nunca fui una y no la otra.
Enfermedad, salud, violencia tierna:
pienso ahora que nunca fui pura.
Antes que forma, fui tormenta, ciega, tonta —aún lo soy.
La Humanidad se contrae ciega, maligna.
Nunca fui pura.
Niña consentida antes de madurar.
El lenguaje no puede reducirme.
Experimento de manera exponencial.
Todo es todo.
Una mujer pierde 15, puede que 20, miembros de su familia.
Una mujer pierde seis.
Una mujer pierde su cabeza.
Una mujer busca en los escombros.
Una mujer se alimenta de basura.
Una mujer se pega un tiro en la cara.
Una mujer le pega un tiro a su marido.
Una mujer se amarra.
Una mujer da a luz a un bebé.
Una mujer da a luz a las fronteras.
Una mujer ya no cree que el amor la encontrará algún día.
Una mujer no lo creyó nunca.
¿Adónde van los corazones de los refugiados?
Rotos, insultados, colocados en un lugar de donde no son,
no quieren que no se les vea.
Enfrentados a la ausencia.
Lloramos al otro o no significamos nada de nada.
Mi espina se curva en espiral.
El precipicio corre hacia y desde los seres humanos.
Dejamos atrás bombas de racimo.
Minas de facto.
Dolor en llamas.
Cosecha de tabaco contaminado.
Cosecha de bombas.
Cosecha de dientes de leche.
Cosecha de palmas, humo.
Cosecha de testigos, humo.
Resoluciones, humo.
Salvación, humo.
Redención, humo.Respira.
No temas a lo que ha estallado.
Si has de temer, teme a lo que no ha explotado aún.